¿Has oído hablar de la ropa de compresión? ¿Sabes darle un uso correcto a este tipo de prendas? A continuación te revelamos en qué consisten y cómo debes utilizarlas.
Qué son las prendas de compresión
En principio se inventó con el objetivo de mejorar la circulación sanguínea y la recuperación muscular. Por ello, muchas personas utilizan calcetines o medias como tratamiento para la trombosis.
Con el tiempo, se han adaptado al ámbito deportivo y en la actualidad podemos encontrar una gran variedad de ropa de compresión para el deporte. En este caso se emplean para acelerar y mejorar la recuperación de los músculos.
Qué tipo de ropa compresiva podemos encontrar
Veamos qué tipo de prendas de compresión podemos encontrar:
Medias o calcetines
En primer lugar, algo que no suele faltar en el armario de los runners son los calcetines o medias de compresión.
Se trata de una media que llega hasta la altura de la rodilla y que alivia el dolor muscular, especialmente durante entrenamientos de resistencia.
Las medias compresivas mejoran la economía de carrera, contribuyen a la eliminación de lactato sanguíneo y evitan el daño del músculo.
Mallas de compresión
Otorgan un soporte a las rodillas y a los cuádriceps. Existen versiones cortas o largas.
Camisetas de compresión
Contribuyen a mejorar la postura del corredor proporcionando estabilidad y firmeza en la zona del pecho.
Manguitos
Nos los colocaremos en los brazos para ayudar al retorno venoso.
Cuándo debemos usarlas
Una de las dudas más frecuentes es cuándo debemos utilizar esta ropa y si es recomendable emplearla en cada entrenamiento.
En realidad, lo ideal es llevar ropa de compresión solo en casos de sobrecarga de los músculos o cuando realicemos algún entrenamiento de resistencia, por ejemplo, una carrera a partir de 10 kilómetros. Además, resultan muy útiles en entrenos por montaña.
Por otro lado, en el caso de las medias compresivas podemos utilizarlas tanto durante como después del ejercicio a modo de recuperación muscular.
¿Merece la pena el uso de ropa de compresión?
Puede que al principio te cueste llevar esta ropa e incluso te resulte algo molesta, por ello, deberás acostumbrarte de forma progresiva.
En general, invertir en ropa de compresión sí merece la pena, aunque todo dependerá de cada caso.
Recomendamos su uso en fondistas y personas que sufren sobrecargas o pesadez. Por supuesto, no olvides pasar por tu fisioterapeuta de confianza cuando existan molestias en los músculos.