Como hemos insistido en muchos de nuestros post, la práctica del Yoga tradicional no cosiste ÚNICAMENTE en hacer una serie de posturas para aumentar tu flexibilidad y relajarte o incluso hay quienes caen en la trampa de la competitividad: conseguir esta postura que se ve tan bien, ser el mejor que hace la postura, etc. Todo esto no está mal, pero limitándonos a ello perdemos la verdadera esencia y beneficios del Yoga.
El Yoga tiene una filosofía, en la cual se hace referencia a la práctica tradicional que incluye una serie de principios (entre otros) para mantener un equilibrio mental, emocional y corporal.
Ahimsa
“No violencia”, no hacer daño o generar sufrimiento. Si empezamos por uno mismo, en el momento de practicar Yoga se da la oportunidad de respetar los propios límites en las posturas o no juzgar los pensamientos durante la meditación. Fuera de la práctica de Yoga no se limita al nivel físico si no también al pensamiento y la palabra para herirnos a nosotros mismos y a los demás.
Sathya
“Verdad”, referido a que exista una coherencia entre nuestro pensamiento, nuestra palabra y nuestra conducta. Se trata de pensar lo que decimos y ser consciente si se corresponde con lo que sentimos y hacemos. Pero el hecho de considerar que nuestro pensamiento sea verdad no significa que debamos expresarlo si puede herir a otras personas, estaríamos ignorando el principio 1 en este caso.
Aparigraha
“Desapego”, en este caso es el arte de simplificar la vida, permitir disfrutar de lo que se tiene sin desarrollar un miedo a perderlas, en lugar de acumular para sentir una seguridad irreal. Durante la práctica de Yoga, esto aparece en el momento en que experimentas una sensación muy agradable durante la postura o la meditación, entonces disfrútala, pero no te apegues a ella, ya que hay posibilidad de que en tu próxima práctica no experimentes esta sensación.
Brahmacharya
“Autocontrol”, actuar con moderación en todos los aspectos de la vida; comida, sexualidad, trabajo, descanso, yoga, deporte, etc. Evitando así encontrarnos en los extremos y encontrando el equilibrio. Durante la práctica de Yoga esto se traduce en una práctica con moderación tanto las posturas, como la relajación, como la respiración y la meditación.
Ateya
“Honestidad” en cuanto a no robar tanto material como el tiempo y la energía de los demás. Para ello también es importante trabajar con la presencia mental (meditación), llevar la atención a lo que estemos haciendo y viviendo en ese mismo instante para tomar consciencia y no dejarnos arrastrar por los deseos de la mente.
En TARA Psicología & Yoga estos aspectos también son muy importantes, porque al fin y al cabo siempre llevan al paciente a atenderse de una manera sana y consciente, a respetar sus límites o “no abandonar” ante la insatisfacción.
Además, la emoción de miedo se ve disminuida para aquellos momentos en la que es inapropiada y dificulta el crecimiento interno. Por otro lado, aumenta la seguridad en uno mismo al aparecer una comprensión y aceptación de “quién soy”.
Hoy el post lo acompañamos también de una playlist para hacer un poquito más feliz tu martes ♥ Haz
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